Los vigilantes del aeropuerto del Prat se rebelan contra las órdenes de acosar a los sin techo

Los vigilantes responsables de la seguridad en el aeropuerto del Prat han denunciado a la empresa que los contrata por presionarlos con órdenes directas para “hacer la vida imposible” a los sin techo que suelen pernoctar en las terminales. Según el texto de la denuncia –interpuesta el pasado 24 de noviembre en los juzgados del Prat de Llobregat–, la empresa les ordena que “acosen” a los indigentes, bien quitándoles sus pertenencias, bien despertándolos a horas intempestivas, so pena de despedirlos si no lo hacen. Tales instrucciones se han intensificado, dice la denuncia, desde la llegada del metro al aeropuerto.

La Asociación de Vigilantes de Seguridad del Aeropuerto de Barcelona no duda en recuperar en la denuncia la agresión de tres trabajadores contra un indigente ocurrida a finales de octubre –por la cual la Fiscalía pide penas de dos años de prisión–, y recuerda que esta tuvo lugar justo un día después de que circulara una comunicación interna con las órdenes de acoso. Según el sindicato, la empresa los obliga a llevar un registro de estas personas, hacerles seguimiento e identificarlos sin motivo alguno “de orden público”, todo con el objetivo de expulsarlos “por cualquier medio”. La asociación señala que son órdenes “discriminatorias”, pues están motivadas por la condición social de los sin techo y no por un uso indebido de las instalaciones. A los viajeros se les permite dormir en el suelo o en los bancos de las terminales.

En la denuncia, el sindicato subraya que ni en la ley ni en los estatutos que rigen la profesión está estipulado que tengan la obligación de echar a nadie de un sitio permanentemente abierto al público, mucho menos si nadie usa indebidamente las instalaciones. Ilunión Seguridad S.A., una empresa del Grupo ONCE, es la responsable de la seguridad en el aeropuerto del Prat.

En la T-2 por ejemplo viven mas de una treintena de ellos, según declara un trabajador de servicios el aumento de indigentes no es un problema porque "los vigilantes de seguridad los echan si molestan a los pasajeros o les intentan robar", ha afirmado. "Hay 32 pobres que viven en la terminal de manera habitual, durmiendo en los accesos a los lavabos, debajo de las escaleras mecánicas o junto a las puertas giratorias que dan a la calle".