Cris y Mekk, a la caza de explosivos

Una valenciana es la primera mujer de España que logra la certificación de seguridad aérea para detectar explosivos en mercancías con su perro

Manises se adapta a la normativa europea.

Binomio. Una palabra que el diccionario de la Real Academia Española (RAE) define, dejando al margen el significado matemático, como «conjunto de dos nombres de personalidades que desempeñan un importante papel en la vida política, deportiva, artística, etc.». A partir de ahora es un término que se va a escuchar con mayor frecuencia en los aeropuertos españoles.


Cristina y Mekk son, por ejemplo, un binomio. En otras palabras: un equipo, formado por guía y perro, acreditado para la inspección y detección de explosivos en carga y correo aéreo. Una función que, hasta ahora, únicamente realizaban las unidades especializadas de Policía Nacional y Guardia Civil y que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha habilitado también para las empresas privadas de seguridad al tener que adaptarse a la normativa europea de seguridad aérea.


Hasta el momento, sólo ocho binomios (perro-guía) han logrado la certificación de AESA. De ellos, la única mujer es la valenciana Cristina García, de 41 años, que estará acompañada en estas labores por Mekk, un pastor alemán de línea checa de seis años. El lugar elegido es el aeropuerto de Valencia, que incorpora así una figura que está presente en las instalaciones de Holanda, Reino Unido o Francia, especialmente tras el atentado contra la revista 'Charlie Hebdo'.


«Somos muy pocos los acreditados debido a la dificultad de todo el proceso de acreditación», relata Cristina, que trabaja ya en la preparación de otro can, Mou. De hecho, no fue hasta la cuarta convocatoria realizada por AESA cuando se obtuvieron los primeros aprobados.


«La satisfacción es mucha por haberlo conseguido», comenta esta profesional que, hasta ahora, «no había trabajado ni en el campo de la seguridad ni con perros. Me enteré de esta vía y decidí probar». Han sido casi dos años de entrenamiento para lograr superar todas las pruebas exigidas.


Su trabajo se desarrollará en los hangares de las empresas de transporte que gestionan la carga del aeropuerto de Manises. Ella y Mekk irán a la caza de explosivos en la cadena logística, sumándose a las medidas de seguridad habituales de rayos X y de máquinas detectoras de trazas. «Seremos una herramienta más, ya que donde no lleguen las máquinas o la inspección visual lo hará el olfato del perro», añade.


Ambos formaron un equipo indivisible (de nuevo el binomio), ya que Cristina sólo puede trabajar con Mekk y éste con su dueña. Una fórmula para garantizar la efectividad del equipo de detección de municiones que ahora también va a aplicar el Puerto de Barcelona. «Es pionero en trasladar a su área la medida de seguridad de los aeropuertos», detalla. Precisamente será este tándem valenciano quien realice las tareas al haber sido también los primeros acreditados.

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