Alarmas para proteger cuñas de queso y vigilantes de seguridad en los pasillos

PAMPLONA. Como consecuencia del aumento de robos de productos alimenticios durante los últimos años, algunas cadenas de supermercados se han visto obligadas a contratar personal de seguridad y a proteger con alarmas una gran amplitud de sus productos, muchos de ellos alimentarios, para aplacar los hurtos por parte de clientes.

Si hasta ahora las botellas de alcohol, cuchillas de afeitar o los chicles contaban con una especial protección por parte de los supermercados, que mantenían dichos productos en vitrinas bajo llave o encapsulados en sistemas electrónicos de alarma, durante los últimos años algunas cadenas de supermercados también han colocado alarmas a tabletas de chocolate, bandejas de embutidos o cuñas de queso, para evitar que sean robados.

Aunque la presencia de vigilantes de seguridad siempre ha estado más ligada a las grandes superficies, también ahora son cada vez más las cadenas de supermercados que optan por contar con personal cualificado para evitar posibles robos en sus instalaciones. No obstante, este papel recae en muchos casos sobre el conjunto de los trabajadores de la tienda, lo que puede generar más de un conflicto, incluso de carácter legal.

En ocasiones, son otros clientes lo que avisan a las propias cajeras al observar a alguna persona robando in fraganti, que a su vez avisan a los vigilantes de seguridad o en último caso, a la Policía. Estas ocasiones, sin embargo, son excepcionales, según confirman fuentes policiales.

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